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El Vanuatu: una diversidad lingüística excepcional
Publicado por Alexandre François el June 17, 2011
Dr. Alexandre François, LACITO-CNRS, Australian National University
Situada en el Pacífico Sur, Melanesia es una región vasta que incluye la inmensa isla de Nueva Guinea, así como los archipiélagos de las islas Salomón, de Vanuatu, de Nueva Caledonia y de las islas Fiyi. Melanesia es notable debido a su extrema riqueza lingüística y cultural, ya que por apenas 9 millones de habitantes (el equivalente de Suecia), se hablan no menos de 1300 lenguas diferentes.
En el corazón de Melanesia, Vanuatu, un paraíso para lingüistas…
Vanuatu es representativo de esta tendencia a la fragmentación lingüística, ya que cuenta 106 lenguas por solamente 240 000 habitantes. Estas cifras lo hacen el país que cuenta con la más grande densidad lingüística en el mundo, es decir el más grande número de lenguas con relación a su demografía.
Por consiguiente, el paisaje lingüístico de Vanuatu está muy fragmentado. Cada lengua es hablada, en promedio, por 2000 hablantes. En la región del norte que exploré, este promedio desciende a 600 hablantes por lengua (16 lenguas por 9400 habitantes). Así, cada lengua es hablada por una pequeña población, repartida en dos o tres pueblos. Y en una misma isla encontramos generalmente varias lenguas: así, ¡la isla de Malakula cuenta con unas treinta lenguas!
Una fragmentación lingüística progresiva
En muchas regiones del mundo – por ejemplo el Cáucaso, o el sudeste asiático – la diversidad lingüística se explica sobre todo con la convivencia de poblaciones de orígenes diferentes, que los azares de la historia hicieron encontrarse. Pero Vanuatu no entra en este caso clásico.
Sabemos que las cien lenguas que son habladas ahí descienden todas de un ancestro único, el proto-oceánico. Los primeros habitantes de Vanuatu, llegados hace cerca de 3000 años, comenzaron con un período de homogeneidad lingüística. Más tarde, en el transcurso de estos tres milenarios, algunos procesos de diversificación acabaron por crear el mosaico lingüístico que conocemos hoy – un poco como el latín se diversificó en una multitud de lenguas y dialectos romances.
Una sociedad no jerarquizada que incita a la diversidad
Aquí la fragmentación lingüística está vinculada esencialmente a estructuras políticas fuertemente descentralizadas; éstas definen una sociedad de tipo red, sin capital ni autoridad piramidal, en la cual cada grupo es el igual al otro.
Así pues, no existe grupo social prestigioso, del cual se sentirse forzado a imitar la lengua o los usos; al contrario, las innovaciones lingüísticas locales o culturales son respetadas e incluso apoyadas, porque dan a cada pueblo, a cada grupo, señales distintivas que todos suelen observar y comentar.
A la gente de Vanuatu le gusta estar rodeada de un mosaico de lenguas y de culturas bien diferenciadas – un poco lo contrario de nuestro mundo moderno, marcado por la uniformización de las prácticas a gran escala.
El caso de Vanuatu no es único: todas las sociedades de Melanesia están tradicionalmente marcadas por un “plurilinguismo igualitario”, como ya lo observaba Haudricourt en Nueva Caledonia.
Un multilingüismo omnipresente
Tradicionalmente, lejos de estar aisladas, las diferentes comunidades de Vanuatu estaban constantemente en contacto unas con otras, ya sea para cambiar bienes o para casarse. Ya que todos los viajes se hacían a pie, o en pequeñas piraguas, se tenían interacciones frecuentes con cuatro o cinco comunidades como máximo; dominar las lenguas de estos pueblos vecinos era la regla. La inmensa mayoría de los individuos crecían pues en un entorno multilingüe, a menudo con varias lenguas en el seno de un mismo hogar. Hasta el día de hoy, no es raro encontrar gente que hable fluidamente cuatro o cinco lenguas en la vida diaria.
En nuestros días, aunque el plurilinguismo está todavía en vigor entre lenguas vecinas, la vida moderna amplió también el círculo de las interacciones sociales. Tal persona de una isla del norte irá a estudiar a la ciudad, y encontrará personas de otras islas del archipiélago, hablando lenguas muy diferentes. En este caso, la comunicación se hace en la lengua nacional de Vanuatu, el bislama, un pidgin a base de inglés nacido de los primeros contactos con los europeos.
Es que el paisaje lingüístico de Vanuatu evoluciona: observamos a la vez el crecimiento del bislama en la población, y la fragilización de algunas lenguas vernáculas.
Para conocer más:
El sitio personal de Alexandre François: http://alex.francois.free.fr/