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Lenguas kanak en peligro
Publicado por Fabrice Wacalie el November 19, 2011
Fabrice Wacalie, doctorando en lingüística oceánica, trabaja desde 2007 en la preservación de las lenguas kanak del extremo sur de Nueva Caledonia.

Nouvelle-Calédonie
En Melanesia, la diversidad lingüística es tradicionalmente la regla y el monolingüismo, la excepción. Nueva Caledonia alberga unas veintiocho lenguas kanak, once dialectos y un criollo para un total de sólo 75 411 hablantes. La mayoría de las lenguas kanak están hoy en día amenazadas.
Los factores de la erosión de las lenguas kanak
A mediados del s.XIX, durante la última década antes de la colonización, el nombre de hablantes en lengua kanakcayó en picado. Se debió en cierta medida a las guerras tribales que tuvieron lugar en aquella época, pero también a las epidemias provocadas por los primeros contactos con los colonos.
Luego la administración colonial generó importantes movimientos de población al establecer la capital en Numea, trasto cando de este modo las áreas lingüísticas kanak tradicionales (a excepción de la de nââkwényï, relativamente aislada). Cuando los colonos se instalaron en la ciudad, expoliaron las tierras a los clanes que ahí vivían y les rechazaron. Algunos clanes se fueron más al sur y otros al norte. Las lenguas actuales son el resultado de la amalgama de varias lenguas.
La expansión de la religión cristiana en la lengua de los colonos acentuó aún más el fenómeno de abandono que sufrían las lenguas kanak. Los misioneros prohibían su uso en sus misiones. Se castigaba a los aprendices cuando hablaban en kanak, hasta tal punto que aún en la actualidad algunos abuelos “traumatizados” se prohíben hablar en esta lengua. Esto provocó una ruptura en la dinámica de transmisión intergeneracional.
Un ejemplo: Yatéen el sur del país
“Cuando los niños me escuchan hablar en lengua kanak, se ríen y me dicen: Wawa [abuela], ¡qué bien hablas inglés!” – nos comenta resignada mamieWaiju, hablante de nâânumèè, residente en el extremo sur de Nueva Caledonia.
En esta región, los niños y los jóvenes ya no hablan en kanak, ya que los padres privilegian el francés. Creen que es más importante para su éxito escolar. De ahí que sólo quede una clase de kanak en Yaté y algunas iniciativas institucionales y asociativas que integran el uso de la lengua en actividades extraescolares.
En el día a día, los ancianos y algunos padres suelen hablar aún estas lenguas. Sin embargo, en las ceremonias tradicionales, el francés gana poco a poco terreno.
Los actores de la preservación en el área de drubea-kapume
El operador minero Vale Nueva Caledonia, empresa minera de extracción de níquel y cobalto, ha dedicado medios importantes al programa de valorización de las lenguas kanak en el sur del país (elnâânumèè, elnââdrubéa y elnââkwênyiien la Isla delos Pinos):
Participo en este programa que consiste en elaborar herramientas pedagógicas que tienen por objetivo apoyar la enseñanza de estas lenguas en las escuelas y hogares.
Entre 2008 y 2010, hemos realizado no menos de 300 entrevistas con más de 100 personas-fuentes, entre ellas, hablantes, institutores, científicos, ilustradores, especialistas, etc. Los datos recogidos nos han permitido elaborar juegos pedagógicos para transmitir a los niños la lengua de sus mayores. Se han realizado cinco carteles con la temática de la fauna y la flora en lengua kanak del sur; también cinco juegos de memoria, cinco imágenes y un juego de las especies. Estos juegos se distribuyen de forma gratuita en las escuelas y los hogares del Gran Sur.
Se han puesto en marcha colaboraciones con otros actores culturales. Por ejemplo, está en proyecto la publicación de un cuento tradicional en lengua nâânumèè en colaboración con la Agencia para el Desarrollo de la Cultura Kanak, prevista para el periodo de “vuelta al cole” 2012.
La Academia de las Lenguas Kanak (ALK) no se queda atrás. Desde 2008 dedica toda una serie de medios a la codificación y estandarización de estas lenguas. Una estrecha colaboración entre el programa Vale y la ALK ha permitido conformar a las normas de esta institución las herramientas pedagógicas.
Asimismo, en 2009, se firmó con el colegio Saint-Joseph de Vaoun convenio para apoyar la enseñanza del nââkwényïen este establecimiento de la Isla de los Pinos. Los fondos dedicados permitieron remunerar a los dos profesores que dieron clase en lengua kwényï.
Por último, una serie de conferencias-debates fueron organizadas en 2009 cuando el lingüista TadahikoShintani de la Universidad de Tokio, único especialista del nââdrubéa, fue a Nueva Caledonia.
Pero, más allá de los esfuerzos de instituciones y otros actores locales, la supervivencia de estas lenguas que pertenecen al patrimonio de la humanidad depende en la actualidad de la voluntad de sus hablantes para continuar a hablarlas y utilizarlas.