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Las lenguas autóctonas en Nuevo Brunswick: un patrimonio amenazado
Publicado por Elise Miranda el April 29, 2011
Por Elise Miranda, agregada cultural en el Consulado general de Francia en las Provincias atlánticas.
Un bilingüismo oficial francés-inglés

Obra de Pascal A. Pelletier, galería de arte KLU’SKAP en Moncton. Foto : Pascal A. Pelletier
Nuevo Brunswick, en el este de Canadá, es la única provincia oficialmente bilingüe del país. Es hasta hoy la única que ha adoptado la Carta canadiense de los derechos y las libertades (artículos 16 – 20), que dispone que: “ el francés y el inglés son las lenguas oficiales de Nuevo Brunswick; tienen un estatuto y derechos y privilegios iguales». Así, “Nuevo Brunswick tiene su propia ley sobre las lenguas oficiales, sistemas escolares francófonos y anglófonos paralelos y leyes que garantizan un tratamiento igual de parte del gobierno a ambos grupos “.
Los Acadianos, presentes al este de Canadá actual desde el siglo XVII, conocieron una historia agitada: masivamente deportados por Nuevo Brunswick por las tropas inglesas entre 1755 y 1763, volvieron progresivamente a finales del siglo XVIII. Forman en lo sucesivo un pueblo de más de 350 000 francófonos y representan al 32,7 % de la población de la provincia, siendo mayoritariamente anglófonos los dos tercios restantes.
Lenguas autóctonas amenazadas
Pero el Nuevo Brunswick es también, y ante todo en realidad, la tierra de las tribus amerindias, en total de tres, todas ellas pertenecientes al grupo lingüístico wabanaki de la familia de las lenguas algonquinas:
– Los Micmac, que están presentes en todo Canadá atlántico así como en Quebec, siempre formaron a la etnia autóctona dominante de la región;
– Los Maliseet y Passamakoddys, presentes en Quebec, en Maine y al oeste de Nuevo Brunswick, a lo largo del río San Juan para los primeros, y en el borde de la bahía que lleva su nombre para los otros. Estos dos últimos pueblos se habrían separado hasta el siglo XVIII. Sus lenguas y culturas, bastante semejantes, difieren notablemente de las de los Micmacs.
Así, el micmac es la tercera lengua materna más importante de la provincia, pero sus locutores representan solamente al 0,4 % de la población.

Obra de Pascal A. Pelletier, galería de arte KLU’SKAP en Moncton. Foto : Pascal A. Pelletier
Locutores que envejecen
En un informe titulado ” El derecho a la identidad, a la cultura y a la lengua: una vía para el desarrollo del niño “, Bernard Richard, Ombudsman (defensor de la juventud y de los niños) de Nuevo Brunswick escribe ” Aunque los neobrunswiqueses pueden jactarse de ser expertos en el área de los derechos de las minorías en materia de lenguas oficiales así como en la preservación y la protección de estos derechos, los datos presentados a continuación muestran que nuestro esfuerzo para preservar y hacer la promoción de las lenguas y las culturas autóctonas de esta parte del mundo es un fracaso lamentable. “
Precisa así que de los 20 000 habitantes de la nación micmac, solamente un tercio conservó el uso de la lengua, y que es una población que envejece. El número de neobrunswiqueses que se dicen de lengua materna maliseet disminuyó, pasando de 860 en 2006 a 490 en 2011.
En otro informe intitulado ” Mano en la mano, el bienestar en la infancia de las Primeras naciones de Nuevo Brunswick ” (2010), el mismo Bernard Richard precisa que hasta el 72 % de los niños autóctonos de 6 a 14 años no pueden hablar, ni comprender la lengua de sus abuelos. Hoy, esta generación de niños es la última que tiene una esperanza de ser educada en una lengua autóctona, y ” de poder compartir un día los cuentos y los cantos de su pueblo con las generaciones que vienen“.
Una situación alarmante
Si la lengua micmac es aún hablada en las reservas de esta primera nación, la lengua maliseet esta realmente en vías de desaparición. El passamaquoddy ya ha desaparecido sin duda o en el mejor de los casos se mezcló en el maliseet del cual es muy cercano. En el mundo hay hoy solamente 1500 emisores de ambos dialectos combinados (maliseet y passamaquoddy) y la mayoría de los locutores tienen edad avanzada. Esta lengua peligra pues realmente y hay que temer lo peor si nada es puesto en marcha para restaurar su utilización entre los niños.
Debido al aislamiento relativo a los pueblos autóctonos, la población de Nuevo Brunswick esta poco informada sobre la situación. Una toma de conciencia está en proceso en diferentes actores y autoridades de la región, pero habría que lanzar desde ahora una acción verdadera de sensibilización y de salvaguardia para tener esperanzas de preservar estas lenguas autóctonas.