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Proyección-debate en el Centro internacional de Cultura Popular (CICP)
Fiel a uno de sus principales misiones, el CSIA-Nitassinan cedió una tribuna a las naciones autóctonas de la Guayana para la defensa de sus derechos, en el Centro Internacional de Cultura popular, casa de solidaridad internacional, junto a Colette Riehl y Eric Navet, defensores históricos de los derechos de los pueblos autóctonos del Oyapok en Canadá.
Entre los delegados se encontraban representantes de la nueva generación amerindia de la Guayana quienes expusieron cuestiones determinantes para el futuro de sus pueblos: La tierra, la afirmación de la cultura y el reconocimiento de sus derechos como colectividad son sus mayores retos. Este acontecimiento permitió recordar los lazos históricos que nos unen desde los años 80. Nuestra solidaridad se iniciaba entonces con la histórica declaración de Felix Tiouka en 1984. Acompañamos al FOAG desde su creación, luchamos contra el lavado clandestino de oro, hoy en auge, vencimos al proyecto de extracción aurífera supuestamente “legal» en la montaña de Kaw, desarrollamos una buena amistad con Tiwan Couchili en el curso de sus combates culturales y políticos y encontramos nuevos portavoces en el seno de la ONAG.
Hoy, nos impresionan las declaraciones y la determinación de los jóvenes miembros de la delegación. Christophe Pierre explica que » el movimiento Juventud autóctona de la Guayana consolida la red de jóvenes Amerindios de todas los rincones de la Guayana. Con las redes sociales y los encuentros físicos también tratamos de poner nuestras competencias en común «. El Colectivo de las Primeras Naciones, creado en julio de 2015, aporta también un soplo nuevo al combate para el reconocimiento de los derechos de los pueblos, inspirado y alimentado por las enseñanzas de los antiguos y el debido respeto a los antepasados. Jean Philippe Chambrier, del FOAG, dice sobre esta nueva generación de militantes: » no tienen miedo de su identidad, lo ponen por delante, es la fuerza del mañana, y francamente estamos rabiosos y hasta las narices de de levantar actas. ¡En 2017 no pasará lo mismo! Nos hemos puesto de acuerdo, estamos dispuestos a pegar con puño en la mesa!¡Basta ya! «.
Esta velada, en la que se encumbraron la libertad de palabra y la fraternidad entre los pueblos, puso claramente en evidencia la sinergia de las luchas autóctonas en Las Américas, y en un acto altamente simbólico, todos y todas quisieron manifestar su solidaridad con la resistencia contra la construcción del oleoducto Dakota Access (DAPL) sobre las tierras ancestrales de los Sioux-Lakota. Este movimiento, impulsado por los jóvenes de la reserva, acabó por tomar una amplitud considerable, reuniendo a más de 10 000 personas, tanto autóctonos como no autóctonos, en campamentos espirituales en las riberas de los ríos Cannon Ball y Missouri. Los militantes no son manifestantes, sino «protectores» de nuestra tierra para las futuras generaciones.
Desde la Guayana hasta Standing Rock, en Dakota del Norte, el agua, es sagrada.
Frente al estado colonial, frente a las expoliaciones territoriales, frente a las violencias y frente a la negativa de acceso a los derechos fundamentales, Ruth Bidiou lanza una llamada: » Espero de todo corazón que usted va a difundir nuestra voz, que vamos a contar con su apoyo y que las Primeras Naciones de la Guayana dejarán oír sus reivindicaciones. »
Edith Patrouilleau