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La traducción como herramienta necesaria para el plurilinguismo
Publicado por Astrid Guillaume el January 24, 2011
Astrid Guillaume es vicepresidenta del Observatorio europeo del plurilinguismo y Profesor en la Sorbona.
Hoy en el mundo contamos con unas 6800 lenguas: imposible dominar 6800 lenguas, ni siquiera unas cien, 10 vidas humanas no bastarían para alcanzar este objetivo. Pero aprender sistemáticamente una sola como el inglés representa un peligro, si otras lenguas pierden visibilidad siendo menos aprendidas y si el todo-en-inglés uniformiza el planeta en el plano lingüístico y cultural. El interés es pues el de proteger, como organismos vivos, todas las lenguas y las culturas del mundo, favoreciendo el plurilinguismo.
Pero quien dice plurilinguismo dice también necesidad de traducir. Después de la lengua en sí misma, la traducción es en efecto el primer instrumento universal de comunicación. Siempre y en diversos contextos de civilización, la traducción le ha permitido al hombre comprender mejor al otro sin dejar de permitir que su lengua exista.
En la historia de la humanidad, el traductor y el intérprete siempre han desempeñado un papel altamente diplomático y estratégico, así como un papel de transmisor del conocimiento. La traducción marcó fundamentalmente la historia de los intercambios humanos tanto en la constitución de los Estados, en las mutaciones religiosas, en la difusión mundial de la cultura como en la salvaguardia de las lenguas menos difundidas.
Sobre el plano político, por ejemplo, la traducción desempeñó un papel importante en el siglo IX luego de la división del imperio de Carlomagno: sus dos nietos, Luis el Germánico y Carlos el Calvo, decidieron hacer un pacto para reclamarle a su hermano Lotario su parte de la herencia. Hicieron así redactar, en 842, los Juramentos de Estrasburgo en ambas lenguas de sus pueblos respectivos: el tudesco para el pueblo de Luis el Germánico, y la lengua romance para el de Carlos el Calvo. Así, dirigirse y escribir en la lengua del otro era interpretado como un acto político fuerte que podía contribuir a un proceso de paz.
Sobre un plano más cultural, las glosas permitieron descifrar y decodificar muchas lenguas olvidadas en épocas diversas. La traducción ya se imponía entre el pueblo egipcio y mesopotámico 3000 años antes de Cristo. Y es lo que le permitió a Jean-François Champollion descifrar en el siglo XIX la famosa piedra Rosetta: grabada en tres lenguas, esta piedra abrió las puertas de la comprensión de los más bellos edificios egipcios, descubriendo en el corazón de sus surcos jeroglíficos, demóticos y griegos las nuevas funciones de un cierto Claudio Ptolomeo llamado a reinar sobre el alto y bajo Egipto en 196 antes de Cristo.
La traducción participó pues considerablemente en el establecimiento luego en la difusión del patrimonio histórico, cultural y científico de la Humanidad.
Es por las razones y estos intereses que el Observatorio europeo del Plurilinguismo vela y labora a favor de la representatividad de las lenguas en la sociedad y las instancias oficiales, del control de dos, o incluso tres lenguas o más, y de la utilización sistemática de la traducción. Porque cuando se deja de traducir luego de hablar una lengua, esta muere, y es entonces un poco de la historia de la Humanidad que desaparece con ella para siempre.
El plurilinguismo y su corolario la traducción son las herramientas de comunicación interdisciplinarias de ayer, hoy y de mañana, que mas respetan mejor las lenguas y las culturas del mundo.