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El plurilinguismo en Senegal
Publicado por Caroline Juillard el February 1, 2011
Por Caroline Juillard, Profesor emérito, Universidad París Descartes
Así como en muchos países de África subsahariana, la práctica del plurilinguismo es diaria en Senegal; es el resultado del contacto entra una lengua oficial (francés), una lengua vehicular hablada por más del 90 % de la población (el ouolof), 14 lenguas nacionales (estudiadas y codificadas) y una decena de otras lenguas de difusión más reducida, que hacen la riqueza de este patrimonio lingüístico. Esta situación contemporánea es el fruto de una historia antigua.
Senegal es el primer país de África en el cual el uso de francés ha sido puesto en contacto, desde finales del siglo XVII, con lenguas africanas, principalmente el ouolof. Estos contactos se llevan a cabo en el transcurso del período fundador de las relaciones entre comerciantes y marineros franceses por una parte y los africanos por otra parte, en lo que se convertirá en la primera capital del país, Saint-Louis de Senegal.
Las dos lenguas comunes de Senegal son pues hoy en día el ouolof y francés, esta última siendo la única que tiene el estatus de lengua oficial: el escrito se quedó como herencia del francés, en particular en la enseñanza secundaria y universitaria, pero también en los medios de comunicación, la administración y el mundo de los negocios.
En lo que concierne al ouolof, es asociado a una identidad senegalesa, debido a su gran difusión y a una transmisión que sobrepasa su marco étnico. Pero a pesar de esta gran difusión, tiene el mismo estatus que otras lenguas consideradas nacionales, con un peso demográfico sin embargo mucho inferior.
Es interesante notar, por otro lado, que con el paso del tiempo, el francés y el ouolof cumplieron con funciones complementarias para las élites urbanas: del contacto de estas dos lenguas nació en efecto una forma de lengua amalgamada que se manifiesta principalmente por préstamos de palabras del francés y alternaciones de frases construidas, para las primeras, sobre la base estructural del ouolof, y para las segundas sobre la base estructural de francés. La proporción y la forma de los rasgos del francés y de los rasgos del ouolof varían según las personas y son socialmente significativas. Este código mixto se utiliza actualmente de manera general en el seno de la élite de Dakar y es repetido por una gran parte de la comunidad urbana, incluyendo a las personas no escolarizadas o escolarizadas pobremente.
En cuanto a las lenguas que tienen estatuto de lengua nacional, contamos actualmente con unas veinte. Además del ouolof, las cinco principales lenguas que han recibido este estatuto desde la época del presidente Senghor son el fula (lengua hablada como lengua primera o segunda lengua, por cerca del 25 % de los locutores del país), el sereer (hablado por cerca del 18 % de los locutores), el joola (hablado por cerca del 7 % de los locutores), el mandinka (cerca del 5 % de los locutores) y el soninké (muy bajo peso demográfico). Todas estas lenguas forman parte del grupo de lenguas llamadas Níger Congo (grupo mandé y grupo occidental – atlántico) y algunas de ellas han sido introducidas estos últimos años como medios de lectura / escritura en la enseñanza primaria.
Existen otras pequeñas lenguas y numerosos dialectos en curso de descripción, cuyo uso todavía se mantiene. Todas estas lenguas pueden ser objeto de elecciones separadas en la comunicación, y ser emblemáticas de pertenencias de grupo, étnicas, regionales o lugareñas.
Por otro lado, ciertas lenguas habladas en los países vecinos están igualmente en uso sobre el territorio, como el criollo portugués (Guinea Bissau), el árabe hassanya (Mauritania), o incluso el bambara (Malí).
Para imaginar el cuadro completo de la práctica del plurilinguismo en Senegal, hay que mencionar por fin la capacidad de los usuarios para enriquecer su repertorio lingüístico en el curso de su vida y en el curso de sus peregrinaciones. Los Senegaleses son por lo menos bilingües, y a veces ampliamente plurilingües, en particular al sur del país, en Casamance. Este plurilinguismo se percibe en las conversaciones diarias: en función de las estrategias de identidad o estilísticas, los locutores recurren a una lengua o a otra, o incluso a mezclas de lenguas y muy ampliamente a un préstamo de palabras del francés y al ouolof.
El plurilinguismo senegalés se caracteriza pues por un repertorio lingüístico rico y utilizado todavía, sobre todo en zona rural, la presencia de una lengua común a nivel nacional y una cierta “patrimonialización” del francés, a través del préstamo de palabras y del código mixto.