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31 de octubre de 2011 : artículo de AFP sobre los últimos hablantes de lengua patuá en Macao
El patuá es una lengua criolla con bases portuguesas, cantonesas y malasias y algunos rasgos de otras lenguas como el hindi o el japonés. Se la conoce también como la “lengua dulce de Macao”, o también el “habla cristiana”.
La UNESCO ha clasificado a esta lengua como lengua en “situación crítica”. No quedan más que un puñado de hablantes en Macao y quizás un centenar en el extranjero pertenecientes a la diáspora.
Es cierto que es difícil luchar contra el imperio chino que retomó el control de la ciudad en 1999, ¡y aún lo es más encontrar un sitio en la mayor ciudad del juego del mundo!
Pero la causa principal que explica el abandono del patuá se encuentra en el s.XIX: las escuelas portuguesas prohibieron entonces el uso de una lengua que juzgaron obsoleta. A continuación, lo mismo se produjo un poco por todo el mundo: los hablantes rechazaban el uso de su propia lengua, que acabaron considerándola como una lengua sin valor alguno.
A medida que la educación se generalizaba, el patuá iba perdiendo fuerza y, a principios del s.XX, se convirtió en una lengua de mujeres, que sólo se hablaba en casa, con los niños, a veces en la calle, pero nunca en la escuela o en un contexto laboral.
En la actualidad, su identidad como lengua de Macao está un poco disuelta: no quedan más que 8000 habitantes de origen, la mayoría de ellos huyeron antes de la retrocesión a la República Popular China y la mayoría se consideran actualmente chinos.
No obstante, aún existen personas que luchan por que la lengua sobreviva a pesar de su vulnerabilidad en este marco tan poco favorable. El abogado Miguel Sena Fernandes es una de ellas: Cada año organiza una obra de teatro satírica en patuá, y, cada año, no sólo consigue atraer espectadores, sino también jóvenes aprendices de actores que no conocen la lengua pero que la aprenden con avidez. ¿Lograrán desbancar las previsiones de la UNESCO?