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La viudez en el pueblo de los Akelé
Ha llegado el momento de cerrar nuestra serie sobre los diversos aspectos del matrimonio entre los Akele de Gabón, y esta serie termina lógicamente con la muerte … y la viudez, especialmente para las mujeres.
En esa ocasión también se encargará de hablarnos de ello Papá Kédine, patriarca de una pequeña comunidad Akele en la región de los lagos que rodean Lambarene. En una breve entrevista, nos describe la práctica del levirato que designa el nuevo matrimonio de una viuda con un hermano de su difunto marido. Una unión que tiene por objetivo garantizar la seguridad material de la mujer y de sus hijos.
En la antigüedad, el levirato era practicado esencialmente por los egipcios y los fenicios. También se menciona en la Biblia, sobre todo en la historia de Er y Onán. En la Biblia, el levirato es aceptado sólo si el hermano vivo no tiene descendencia masculina, con el fin de perpetuar el nombre del difunto y garantizar la transmisión de la herencia.
En África, esta costumbre es ampliamente practicada y puede tomar distintas formas, dependiendo de la comunidad, de la edad de la viuda y de su capacidad de procrear, y teniendo en cuenta si el hermano vivo ya tiene una o más esposas. La socióloga Isabel Gillette-Faye, explica que esta tradición puede llevar a las mujeres, por ejemplo, a vivir con un hombre polígamo o que va a convertirse en polígamo más adelante. «Pero no hay necesariamente relaciones sexuales. Si la viuda es lo suficientemente joven como para dar a luz, tendrá hijos con su nuevo esposo, que más tarde participarán en la mejora de la vida cotidiana de la comunidad «. En otro caso, cuando el hombre polígamo muere, serán sus hijos quienes se casan con las co-esposas de su madre biológica.
Sin embargo, hoy en día la institución del levirato está siendo muy cuestionada, incluso en África. Esta costumbre, cuyo principal objetivo era proteger a las viudas se ha desvirtuado su uso y se está practicando con fines mercantiles. Al disponer el nuevo marido de la herencia de su nueva esposa, cada vez hay más hombres que únicamente aceptarían la cargo de una nueva familia con la intención de adueñarse de la herencia. Muchos testimonios han denunciado situaciones en las que los hombres se apoderan de las parcelas de tierra y del ganado, y luego los revenden para obtener dinero, y terminan abandonando a la mujer sola con sus hijos.
En Kenya, el levirato se pervirtió hasta incluso la aparición de los “laveurs de veuves” “ limpiadores de viudas”, verdaderos gigolós profesionales, pagados por la familia política para apropiarse de los bienes de las mujeres que perdieron a su marido …
También, hay que tener en cuenta que la práctica del levirato coexiste con su contraparte femenina, el sororato, es decir cuando un hombre viudo se casa con la hermana de su difunta esposa. Pero de nuevo nos encontramos con los desvíos del espíritu de la tradición original. Así cuando una mujer es estéril, se ve obligada a dar a su marido una hermana que será capaz de dar a luz, pero los niños serán considerados hijos de la primera esposa.
Hoy en día, aunque el levirato sigue siendo una práctica muy extendida en algunos países africanos (Burkina Faso, Togo, etc.), ha sido prohibido en otros países porque es considerado como una práctica a menudo impuesta, asociada con la poligamia. Este es específicamente el caso de Benin, que ha prohibido la poligamia, y al mismo tiempo el levirato el 17 de junio del 2004.
Lingüista: Jean-marie Hombert
Imágenes y sonido: Luc-Henri Fage
Traducción: Hugues Awanhet
Montaje: Caroline Laurent