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Las lenguas y la paz
La idea que sugiere que la existencia de una sóla lengua traería la paz, sea cual sea es un mito absoluto. |
David Crystal, lingüista británico |
En un contexto de globalización frecuentemente mal aceptado, nuevos conflictos explotan periódicamente. Esas guerras lejanas son muchas veces presentadas como el resultado de conflictos étnicos, y algunos no dudan en sacar conclusiones prematuras sobre la pertinencia de la uniformización de las culturas y de la imposición de una lengua única para evitar tales enfrentamientos.
Sin embargo, la realidad de los hechos tiende a demostrar lo contrario, y el lingüista David Crystal habla así de “(…) la ingenuidad de la idea según la cual el uso de una única lengua es una garantía de comprensión recíproca y de paz, un mundo de nuevas alianzas y de solidaridad global. Los ejemplos que muestran lo contrario son tan numerosos que sería imposible citarlos todos. Basta con constatar que los más grandes países monolingües del mundo tuvieron sus guerras civiles y que cuando nos fijamos en las zonas de guerras en el mundo durante los últimos decenios del siglo XX, es impresionante ver que muchos de ellos son países esencialmente monolingües, (…) Rwanda y Burundi (…) se destacán en África precisamente por su ausencia de multilinguismo”.
A decir verdad, uno de los conflictos más sangrientos del siglo XX ocurrió en Rwanda : los Tutsis y los Hutus hablaban la misma lengua y eso no les impedía matarse unos a otros. Por el contrario, Vanuatu cuenta con la mayor diversidad lingüística del mundo, una centena de lenguas por 250 000 habitantes y nunca escuchamos hablar de guerra en este país…
Parece entonces más realista considerar que, en todo el mundo, reconocer las diferenciasel otro permite evitar conflictos, aunque la falta de respeto de la cultura del otro y el intento de imposición de culturas dominantes atiza el resentimiento, a veces el odio y puede terminar engendrando la violencia, el conflicto y la guerra.