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Cuento bedik n°1: el huérfano vengado por el bosque
El cuento que sigue a continuación ha sido rodado en la primavera del 2010 en la comunidad bedik al este de Senegal, en una región muy caliente y seca, en el marco de una misión de rodaje organizada por el equipo de Sorosoro. Todavía no habíamos tenido la oportunidad de presentarle los resultados, ya que… ¡nos faltaba un traductor para comprender todo lo que había sido rodado! Hay que decir que el número de hablantes sobrepasa apenas el millar…
Gracias a la lingüista Marie-Paule Ferry, acabamos por encontrar nuestra perla en el desierto, Marcel Camara: nacido en Bandafasi, el pueblo donde rodamos, en la región de Kedougou. Marcelo vive en París desde el 2002, trabajando como educador. No deja por esto de hablar su lengua materna, el bedik, así como el basari, el peul, el wólof y francés… ¡Un bello ejemplo de multilingüismo!!
Marcel aceptó traducirnos las numerosas horas de rushes de las que disponemos. Y comenzó con los cuentos, que sucede que son narrados por… su tía: Aminata Camara. He aquí pues el primero de la serie, el cuento de «El huérfano vengado por el bosque«, que ya dará una visión de conjunto de la gran imaginación de los Bedik: ¡los animales y hasta los objetos hablan, desde luego! Sin olvidar su sentido de la moraleja: la sociedad debe ser igualitaria, y nadie debe ser dejado a un lado, ni siquiera un huérfano.
Ver el cuento bedik n°2: «las aventuras de la hiena Tama»
Ver el cuento bedik n°3: «la mona que se transformó en jovencita»
Ver el cuento bedik n°4: «la niña que quería beber cerveza»
Lingüista: Adjaratou Oumar Sall
Imagen y sonido: Muriel Lutz. Asistente: Cheikh Tidiane Sall
Traducción: Marcel Camara
Montaje: Caroline Laurent
Video realizado en el marco del proyecto Sénélangues
Recordatorio: el menik es una lengua de la familia Níger-Congo (rama Atlántico Norte, grupo oeste-atlántico, subgrupo tenda) y comprende tres dialectos: el banapá, el biwol y el bëñolo. Une lengua en peligro de extinción, el bapen, más antigua que el menik ha sido encontrada en 1961 por la lingüista Marie-Paule Ferry. Esta lengua es probablemente la“madre” de las lenguas menik y oniyan (bassari). Es en la región de Kédougou, en la localidad de Bandafasi, donde se llevó a cabo nuestro rodaje, en dialecto banapá.
Los misionarios cristianos de NTM (New Tribes Mission), quienes fueron los segundos en trabajar sobre la lengua, estimaron en el 2002 el número de bedik de Senegal en 3380.
Lo vemos, con sólo un máximo de algunos millares de hablantes, la lengua menik puede ser considerada como en peligro a más o menos largo plazo. Constatamos sin embargo que, incluso si la mayoría de los hablantes habla fluidamente el idioma fula (llamado también pulaar o peul), el mandinka (malinké) y el francés, y lo usan día con día, la lengua se transmite todavía en los pueblos.
Los hablantes del menik, aunque estén perfectamente bien integrados a la cultura que los rodea y aunque tengan una gran permeabilidad de las otras lenguas con las cuales están en contacto, están unidos por un sólido sentimiento de identidad que protege su lengua.