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El « símbolo »
Publicado por Rozenn Milin el October 21, 2009
Esta semana pueden descubrir entre los vídeos colgados los testimonios de algunos Gaboneses que cuentan cómo sus lenguas han iniciado su declive.
Nos ha llamado particularmente la atención el relato, en lengua punú, de Kwenzi Mickala, el alcalde de Tchibanga, población que se encuentra al sur del país. Al recibir la traducción del contenido de su entrevista, ¡ cuál fue mi sorpresa al escucharle hablar del “símbolo”! Esta palabra quizás no significa gran cosa para la mayoría de ustedes, pero para aquellos que han sido educados en las lenguas minoritarias, ese término no tiene el mismo sentido que para los demás…
El símbolo, triste recuerdo, es un objeto vergonzoso del siglo XIX y primera mitad del XX, que los niños de las escuelas se pasaban el uno al otro según un principio muy simple: cuando un alumno es descubierto hablando su idioma, en el aula o en el patio del recreo, el profesor le colgaba al cuello ese objeto hasta que él a su vez consigue pillar a otro compañero hablando su lengua materna. Al final del día, el aturdido que se quedaba con el símbolo colgado al cuello era castigado: deberes suplementarios, castigos corporales, sesión de ridiculización general etc. ¡Qué asombrosa pedagogía representa esa enseñanza que se basa sobre el principio de la delación!…
Este método se ha utilizado igualmente en Irlanda para erradicar el gaélico, en el País de Gales para sofocar el galés, en diversas regiones de Francia y … incluso en las «colonias». El objetivo era «asimilar a los indígenas» …
En Bretaña, el símbolo podría ser un centavo atravesado, un zueco de madera o la cola de vaca (de ahí su nombre «vuoc’h ar» que significa vaca en francés). Y ahora escucho de la boca de Kwenzi Mickala, que en su hogar a miles de kilómetros de distancia de aquí, el símbolo podría ser … ¡la cabeza de un mono! Es la culminación de la enormidad: hay que reconocer que hay una cierta coherencia a la hora de elegir el objeto de la vergüenza. De un continente a otro, de una población a otra, el símbolo era un objeto destinado a devolver, al que lo llevaba colgado al cuello, a su estado de «paleto», de ser retrasado, de tosco.
Incluso hoy en día, uno se pregunta cómo un principio tan loable, como el de la educación obligatoria, ha podido errarse en tales métodos, tan lejos de los valores contenidos en la divisa de la República Francesa: «Libertad, Igualdad, Fraternidad».
Ver el vídeo (en francés) en sorosoro.org y en Youtube.