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28 de febrero de 2011: Una ley para reconocer mejor a las minorías lingüísticas en Eslovaquia provoca el debate
Las relaciones entre Eslovaquia et sus minorías lingüísticas no han mejorado aún, la prueba es el debate generado por un proyecto de ley registrado por el ministro eslovaco encargado de las Minorías y de los Derechos Humanos, Rudolph Chmel.
El periódico anglófono « The Slovak Spectator », en un artículo que data del 28 de febrero, explica que esta ley busca reconocer mejor a las lenguas minoritarias habladas en Eslovaquia. Actualmente, una lengua puede pretender estar presente en la señalización de una comunidad si es hablada por al menos 20% de su población. La ley prevé bajar este umbral a 15%, y permitir así la utilización de esas lenguas oralmente en la administración. «Para que las minorías se sientan en casa», justifica M. Chmel.
Eslovaquia es un Estado multiétnico. Además de su lengua oficial, el eslovaco, cuenta con nueve lenguas minoritarias: en orden descendiente según el número de locutores, el húngaro, el romaní, el checo, el ruteno, el ucraniano, el alemán, el croata, el polaco y el búlgaro.
El nuevo proyecto de ley permitirá a más de 70 municipios instalar un bilingüismo institucional. Pero esta disposición beneficiará sobre todo a dos lenguas: el romaní (que se convertirá en lengua oficial en 86 municipios en lugar de 56 actualmente) y el ruteno (113 municipios en lugar de 68). El húngaro no será afectado más que al margen: únicamente dos municipios suplementarios lo reconocerán (de 500 al día de hoy).
Aunque el coste presupuestario suplementario inducido por este proyecto de ley queda despreciable según Rudolph Chmel, la oficialización de ciertas lenguas, particularmente el romaní, necesitará una infraestructura suplementaria en los servicios públicos como el correo o los hospitales. Otra disposición importante de la ley introduce, por primera vez, sanciones financieras en contra de los funcionarios que no respeten el bilingüismo en los municipios donde es reconocido.
En el entorno del ministro, insistimos en el hecho de que la cuestión de las minorías lingüísticas reenvía sobre todo a la de los derechos humanos, garantizados por la constitución eslovaca. «Intercambiar información en su lengua materna y utilizar su lengua materna en la comunicación oficial es un derecho constitucional y una obligación internacional«, explica Kalman Petocz, director de la sección de los derechos humanos en el gabinete de Rudolph Chmel. «Ahora, hasta aquí, las condiciones de la utilización de las lenguas minoritarias no han sido creadas», reconoce. El proyecto de ley está en lo sucesivo en discusión en el Parlamento.
Para leer el artículo del Slovak Spectator