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10 de junio de 2010: El Courrier International del 10 de junio de 2010 rinde homenaje a las lenguas del mundo (nº 1023)
El periódico francés Courrier International ha incluido en su edición del jueves 10 de junio un artículo del New York Times del 29 de abril titulado « Listening to (and Saving) the World’s Languages », sobre la diversidad lingüística de Nueva York: « Nueva York, un lugar para la conservación de las lenguas moribundas».
Resulta que, según el trabajo reciente de algunos lingüistas, Nueva York sería la ciudad que representa la mayor densidad lingüística del mundo con cerca de 800 lenguas por 8 millones de habitantes.
No solo eso, sino que además, ciertas de estas lenguas podrían muy pronto estar mejor representadas en Nueva York que en su región de origen, donde a menudo están desapareciendo.
Pongamos como ejemplo el istro-rumano o el valaco: en su región de origen, la península de Istria (Croacia), esta variante dialectal del rumano pierde cada año una parte de sus hablantes y está en peligro de desaparición bajo la creciente presión del croata. Sin embargo, a 7000km de allí, en la capital económica de Estados Unidos, cerca de una centena de personas aún habla el istro-rumano. Esta supervivencia tan sorprendente se debe a que los emigrantes valacos de Istria que llegaron a América en los años 60 decidieron dar preferencia a su lengua regional. Una decisión que… ¿quién sabe?, quizás impida que desaparezca el valaco.
La anécdota es muy interesante y se han encontrado otras similares. Sin embargo, de ahí a pensar que Nueva York podría ser una especie de arca de Noé de las lenguas, hay una diferencia. De las 800 lenguas que se estima que se hablan en la Gran Manzana, tan solo se hablan 176 en los colegios de la ciudad. Si no se toman medidas importantes de protección, este excepcional patrimonio lingüístico podría acabar por desaparecer.
Hay que destacar, entre otros proyectos, la Endangered Language Alliance (Alianza por las lenguas amenazadas), que tiene por objetivo identificar y documentar los idiomas en vía de desaparición en Nueva York y de animar a que profesores nativos enseñen estas lenguas a sus compatriotas. A la cabeza de este proyecto: Daniel Kaufman, profesor asociado de lingüística en la Universidad de Nueva York; Juliette Blevins, lingüista americana encargada de la documentación y revitalización de las lenguas amenazadas; y Bob Holman, poeta y profesor que trabaja también en las lenguas en peligro.